27 junio 2008

Capitulo 16 “Recuerdo del primer beso”

Parados uno frente al otro bajo el calor del sol no podíamos hacer otra cosa que mirarnos, observarnos como si nos estuviéramos midiendo, como si estuviéramos hablando con miradas, y la verdad, ya sabia, ya entendía todo lo que pasaba, era tan grande que no cabía dentro de mi cuerpo, era tan mágico que ninguna mente lo comprendería, era tan real e irreal al mismo tiempo que ni el Quijote lo creería.
Me explico con palabras lo que las palabras no podrían explicar jamás, al terminar de escucharlas me desplome en el piso, dejando que arena entre en mi boca y la seque como mi pensamientos.
Ella se alejaba lentamente, como si quisiera que la alcanzara, yo solo podía mirarla marcharse una vez más de mi, una vez más de mi vida, y ahí es cuando pensé que no podía permitirlo, saque fuerzas de donde no tenia para alcanzarla, no tuve mas que hacer unos pasos y me encontraba detrás de ella, la tomé del brazo de forma fuerte y brusca, la di vuelta y tome su cara con una mano, me le acerque tanto que podría haberla besado ahí mismo, no sabia hasta ese momento si quería besarla o no, simplemente me quede contemplando sus ojos, sintiendo su aliento y su perfume, ella me miraba y era la primera vez que no tenia expresión serena en el rostro, esta vez me miraba completamente vulnerable a lo que podía llegar a hacer, su respiración se entrecortaba y comenzaba a abrazarme la cintura, de pronto todas mis fuerzas se restablecieron, podía manipularla, podía hacer lo que quiera con ella, pero no sabia que hacer, pensaba demasiado en un momento en el que tenia que apagar el cerebro y actuar con el corazón, pero mi corazón pensaba mas que yo.
No me contuve más, lentamente la bese, y recordé nuestro primer beso, fue en una estación de tren, la había conocido desde siempre, pero nunca me había animado a hablarle, la observaba de lejos como inalcanzable, la veía como una estrella y yo un simple astrónomo, la tenia cerca, pero muy lejos de mis posibilidades, una tarde la encontré llorando en la estación, su fragilidad me hizo valiente y estupido, ella lloraba desconsoladamente sin percatarse que me tenia sentado al lado atónito y expectante, sin decirle nada me abrazo y apoyo su cabeza en mi pecho.
.-Joaquín, te necesitaba justo a vos. Me dijo.
De no estar sentado en un banco me hubiera caído al piso, me conoce? Me necesita
a mi?.
No dije nada, no hubiera podido tampoco. Lloraba por un amor que no supo valorarla, lloraba por un amor que no la merecía, lloraba por un amor que ella siempre supo que no amaría, lloraba solo eso, lloraba.
La impotencia que sentía en ese momento era inmensa, no sabia como hacer para arrancarle una sonrisa y secarle los ojos.
Pero nada salio de mi boca ni de mi mente, ella me miro con la fragilidad de un papel bajo la lluvia, yo me derretí y me enamore, me perdí en el mar de lagrimas de sus ojos y cerrando los míos la bese.
Un beso tímido como el de una persona que no conoce el camino, calido, muy suave y lento, le robe sus sentidos por un instante para convertirlos en míos, le robe un poco mas que un beso esa tarde sentados en la estación de tren que venia a lo lejos, pero en ese instante ninguno de los dos podía escuchar nada, solo escuchábamos la melodía de nuestro amor, el baile de nuestros labios y el romance de nuestras lenguas.
Al terminar de besarla la mire con mucho miedo, y ella me miro con la cara radiante de felicidad, sus ojos habían secado, su amargura se había desvanecido como vapor.
Me tranquilice un poco más al verla feliz, no me equivoque, pensaba por dentro.
.-Gracias!!. Sos muy dulce.
Al terminar de decirme eso se paro y se marcho dejándome sentado en la estación con mil preguntas en mi cabeza y mi corazón latiendo por ella.

1 comentario:

Jordana dijo...

"Lloraba por un amor que no supo valorarla, lloraba por un amor que no la merecía, lloraba por un amor que ella siempre supo que no amaría, lloraba solo eso, lloraba."


(q cercano eso...)


Sabes? Joaquín piensa mucho en hacer feliz al otro y se olvida de la propia felicidad...busca un personaje (Sofía o Valeria) que le haga sentir ese amor que tiene ganas de vivir...pero aún no descubro con quien quiere realmente ser feliz.