Capitulo 14 “Declaración”

Ese fin de semana se lo pensaba dedicar entero a la doctora, estaba exhausto de pensar y de buscar y buscar respuestas en preguntas vacías, pero a la vez llenas de incógnitas.
El viernes fue tranquilo, solo nos juntamos a cenar, y luego nos quedamos mirando el fuego de mi chimenea y sin darnos cuenta nos quedamos dormidos abrigados por su calor. Al despertarme no la tenia mas entre mis brazos, y al párame un fuerte olor a te y a tostadas golpeo mi cara, ahh me encanta el te pensaba mientras me dirigía raudo y firme hacia la cocina con el solo objetivo de darle a Valeria un fuerte beso y un buen día.
Pero poco grata fue mi sorpresa cuando la encontré sentada a la mesa llorando y con la caja de los recuerdos de Sofía sobre la mesa.
En ese momento se mezclaron una serie de sentimientos, bronca, asombro, angustia.
Verla con mis cosas intimas no era para nada agradable, abrir la caja de Pandora podria ser tan devastador para ella como para mi, tome la caja con mi manos, la cerré y la lleve al armario. “Nada había pasado”, lo preferí de ese modo.
Tuvimos el desayuno mas triste de mi vida y al concluir ella me pidió disculpas, puse sus manos entre las mías, la mire a los ojos y fue ahí cuado de mi boca se escapo como un pez resbaladizo de las manos del pescador, las dos palabras mas lindas del mundo aquellas que su significado puede producir temor o ternura. Le dije “TE AMO”.
Me miro perpleja y con los ojos llorosos al ver su expresión me arrepentí de inmediato haberle vomitado la verdad en la cara, una verdad que no sabia hasta el momento pero que me cayo tan fuerte y tan de golpe como un baldazo de agua fría.
Valeria se levanto de forma nerviosa y se dirigió a la puerta de salida, yo no dije nada, solo la vi. Partir con su cartera en una mano y mi corazón en la otra.
Me quede solo en la cocina, solo con mis pensamientos, solo con mis sentimientos, y mi té se había enfriado.