22 abril 2008

Capitulo 13 “De vuelta en el desierto”

Me encontraba otra vez en el desierto, otra vez en el vació, la nada, un pedazo de papel en blanco, un rincón olvidado de la mente y el alma, esta vez no estaba parado sino sentado con las manos tapándome los ojos llenos de lagrimas, en el sueño lloraba con una angustia ahogante.
Fue cuando mire a mi izquierda que divise el desierto y encontré a Sofía caminando entre las dunas dirigiéndose hacia mí.
Me levante de un salto y pronto recordé el bosque que tendría que haber a mi derecha pero no lo vi, había mas desierto y yo seguía encontrándome fuera de el. Se acerco Sofía con su amor calido y con una voz dulce me dijo
.-Esta noche vamos a conversar vos y yo. Dijo Sofía
.-Te extraño horrores mi vida, por que te fuiste y me dejaste??
.-No hablemos de eso, me interrumpió, hablemos de lo que paso. Me dijo
Que había pasado? Si claro!! Como pude haberlo olvidado, la noche con la doctora. Me respondería si acaso fue un sueño o mi imaginación? Podía creer en este sueño, esta irrealidad?
La deje hablar, pero sinceramente no la escuche, estaba perdido en sus ojos, en su boca, en sus gestos, me reía y la miraba con ternura no podía creer tenerla.
Que perverso es mi cerebro pensaba, como me puede hacer esto, como me puede engañar.
No resistí la tentación, la tenia a menos de medio metro, y cuando me abalance hacia ella para darle un beso me desperté con arena en los pies.
Me senté en la cama y tome un gran vaso de agua, me sentía aliviado como si el calor del desierto me hubiera sofocado o la dulzura de su vos me hubiese empalagado.
El día fue horrible desde que me desperté hasta el momento en el que llegue a casa.
La doctora me había estado localizando pero preferí evitarla, no estaba en condiciones para hablar con ella, tenía un estado anímico devaluado.
Pero cuando me senté en el sillón frente a la chimenea no pudo aguantar la desaparición de mi persona frente a la doctora, ella no se lo merecía, y la llame.
Hablamos como antes, como antes de que pasara lo que pasara y al cortar con ella me volvió la alegría al alma.
Me estaba enamorando.
Pero mucho menos que del amor que sentía por mi esposa.

1 comentario:

mery dijo...

Mmmm de donde salen todas esas palabras? cuenteme Gigolo!

Ya he agregado este link a mi blog, comunidad blogger "ahi vamos". Gracias por el aguante con los escritos. Vamos todabía los que perdimos la cordura y guardamos un poquito de ligereza en las palabras! Lo sigo señor! Usted si que sabe tanto!

Abrz!