29 octubre 2007

Capitulo 8 “El anillo”

Me desperté con lágrimas secas en la cara sabia que fue un sueño o por lo menos creía saber eso.

Sorpresivamente me encontraba acostado en toda la cama y sentía algo pinchándome la espalda.

Verifique que era y al ver la causa que provocaba la molestia en mi cuerpo me sobresalte, mi corazón se acelero tanto que podía escuchar los latidos del corazón en mis oídos, el repique de los tambores era ensordecedor.

Era el anillo de compromiso de Sofía el mismo con el que fue enterrado.

Apreté fuerte la mano y volví a abrirla con la esperanza de que no este allí, pero si estaba.

Esta vez apreté el puño y lo lleve a mi boca, donde lleve la cabeza hacia atrás mirando el techo como si quisiera buscar una explicación.

Me senté en la silla del cuarto devastado tome el portarretrato con su foto, acaricie el marco y de forma suave y dulce dije.

_ No entiendo tus señales mi vida, suficiente tortura tengo sin vos a mi lado y ahora saber que estas cerca mió y no puedo tenerte me tortura mas, quiero paz, decíme que hago, no se vivir sin vos pero tampoco quiero vivir con un recuerdo tuyo tan vivido.

En ese momento sentí un calor que me quemaba la mano, el calor provenía del anillo que tomo un color brillante irradiando de luz la habitación, luego se convirtió en cenizas que desaparecieron.

Levante la vista con los ojos llenos de cólera y frustración y de nuevo me llamo la atención la tarjeta de la doctora, la tome y también al teléfono.

1 comentario:

Lucila dijo...

no!! la va a llamar, y ... sofia...?

no se puede vivir de recuerdos no? pero porq no?

gran dilema, en el amor nunca hay porq certeros, solo el corazon sabe lo q se siente y tiene las explicaciones, basta, flashe